Al pie de la Alcazaba, la voz de La Chanca llenó de luz todos los corazones de un público que, entregado desde el minuto uno, abarrotaba la terraza de La Guajira
Javier Irigaray / 04·10·2014
Acompañada de su inseparable Gabriel “Chochi” Duré al acordeón y la guitarra y con Rilete en la percusión, una canción sefardí fue el inicio del recital que ofreció la cantante en la amable noche almeriense.A partir de ahí, una sucesión de canciones transportaron al público desde Armenia a Cuba y de Harlem a Argentina, pasando por las mil y una noches y, cómo no, La Chanca y la Alcazaba, decorado de lujo.
“Desde el alféizar” fue desgranándose, tema a tema, mientras la voz de Sensi acariciaba, suavemente, el músculo cordial de los asistentes. La complicidad fue actitud inevitable con un auditorio que era suyo y suyo fue hasta el final del concierto, cerrado con la canción que “Chochi” compuso a su madre, Doña Cala.
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